7/3/17


#8M #NosotrasParamos

El 8 de marzo  paramos como una forma de visibilizar la desigualdad  económica, cultural y social por las que transitamos las mujeres,  por la violencia machista que en su expresión  más extrema provoca, durante el 2017,  un femicidio cada 18 horas en la Argentina.

Desigualdad económica que se manifiesta por el alto índice de precarización laboral de las mujeres, los elevados índices de desocupación  y la brecha salarial que aún persiste entre varones y mujeres.

Las diferencias en los ingresos por igual trabajo, igual función e igual carga horaria las mujeres reciben un 27% menos de ingreso económico que los varones, y este porcentaje aumenta en las mujeres con hijos e hijas y en las más jóvenes. Brecha salarial que  en la Argentina no se debe a diferencias educativas, sino a los productos de las fuertes discriminaciones que atraviesan los estereotipos de género que se encuentran instalados en nuestra sociedad y por lo tanto se trasladan al mercado laboral.

La mayoría de las ocupaciones de las mujeres se concentra en una escasa cantidad de ramas de actividades, lo hacen en tareas de personal doméstico un 96,9%, en la enseñanza el 77.7%, en los servicios de salud y servicios sociales el 66,6%. Esta segregación horizontal también se ve dentro de las empresas, donde  se pueden observar “áreas femeninas” donde se requiere menor calificación  que en las “áreas masculinas”. Situación que agrava la desigualdad cuando las mujeres quieren acceder a cargos gerenciales, técnicos o profesionales.

Los niveles de desocupación femeninos son de un 2 % más que los masculinos, como así también la subocupación, donde las últimas cifras oficiales según datos del INDEC en el año 2010 hablan de un 8% por encima de la tasa de trabajo informal de los varones.

A la desigualdad económica hay que agregar la desigualdad  social y cultural que se expresa  a través de la falta de reconocimiento social y económico de las tareas domésticas y de cuidado que realizan la mayoría de las mujeres  que es trabajo y  no se remunera ,sumando, al menos, tres horas más a las jornadas laborales.

No podemos dejar de reclamar en la Argentina la implementación de políticas públicas gubernamentales que tiendan a bajar las altas tasas de Femicidios. El Observatorio Adriana Marisel  Zambrano de la Asociación Civil La Casa del Encuentro  informó que en el año 2016 fueron 290 las mujeres asesinadas por violencia machista, situación que se agrava cuando vemos que se sumaron 402 hijas e hijos que han quedado huérfanos /as  por esta expresión extrema de la violencia de género.

Para abordar estas desigualdades de género necesitamos contar un abordaje integral que sea contemplado en las políticas públicas que permitan disminuir y eliminar las brechas económicas, sociales, políticas y culturales entre varones y mujeres que áun siguen vigentes en la Republica Argentina.

Por eso, hoy más que nunca: “Ni una mujer menos asesinada por violencia machista” y por un “Empoderamiento económico y social para las Mujeres” que garantice la igualdad de género en nuestra sociedad.